Que es el acné ?
El acné es un trastorno de la piel que ocurre cuando los folículos pilosos debajo de la piel se obstruyen. La grasa y las células cutáneas muertas de la piel tapan los poros causando brotes de lesiones, más conocidos como granos o espinillas. La mayoría de estos brotes nacen en el rostro, pero también pueden salir en otras zonas del cuerpo como el pecho, la espalda o los hombros. El acné es más común en la etapa de la adolescencia, aunque puede afectar a personas de todas las edades.
Tipos de acné
Los principales tipos de acné:
- Acné comedónico: es la forma más leve del acné y se caracteriza por la aparición de puntos negros no inflamados en la zona T, más grasa que el resto.
- Acné pápulo-pustuloso: es una forma entre medio y grave del acné, penetra en capas más profundas de la piel y causa granos irritantes que pueden llegar a causar inflamaciones dolorosas.
- Acné vulgar: es el tipo de acné más común, se presenta con acumulaciones de granos y piel grasa.
- Acné conglobata: Parecido al acné vulgar, se presenta en forma de abscesos, bultos y pústulas que pueden producir marcas notables.
- Acné inverso: Es una forma crónica de acné que se presenta en fases. Es más severo y puede darse en todo el cuerpo, en zonas como los hombros o las ingles. Provoca la formación de pequeños bultos subcutáneos que pueden desembocar en abscesos o pústulas.
Causas del acné
El acné puede ser causado por muchos factores, desde tu alimentación hasta productos que no son adecuados para tu tipo de piel.
Estos cuatro factores clave que pueden causar brotes más serios y prolongados:
- Hormonas. Los primeros brotes de acné suelen salir en la pubertad, por eso a menudo asociamos el acné a los cambios hormonales, aun así los brotes de acné pueden salir en cualquier momento de la vida.
- Poros obstruidos. El exceso de grasa, las células muertas o el maquillaje pueden obstruir tus poros. Esta acumulación promueve un aumento de bacterias que producirán granos.
- Factores ambientales. La piel cada vez se encuentra más expuesta a la contaminación y al aire lleno de polvo y suciedad de las grandes ciudades o zonas de tráfico, esto provoca que las partículas se peguen a la piel y obstruyan tus poros, por eso es importante lavar la cara al final del día.
- Genética. Cabe la posibilidad de heredar la predisposición al acné, esto influye en la gravedad de los brotes.
Tratamiento
¿Cómo prevenir y tratar el acné?
Para evitar la formación de granos o espinillas agresivas, mantén una rutina de limpieza adecuada a tu tipo de piel: lávate dos veces al día, cada día, con un limpiador de tratamiento, aplícate una crema hidratante ligera que no obstruya los poros y elige un protector solar adecuado para el acné.
Si tus problemas de acné persisten a pesar de todo es mejor que consultes a tu dermatólogo, ya que puede ser causado por la genética, entre otros.
Para tratar el acné, lo más importante que se debe hacer delante a la aparición de granos o espinillas es no pellizcar o reventar, pero tampoco ignorar su aparición, los expertos recomiendan frente al acné usar un tratamiento activo.
Hay que tratarlos en cuanto aparecen, ya que, de lo contrario, tardan más en desaparecer, de hecho en algunas personas pueden dejar marcas más conocidas como la hiperpigmentación.
Se recomienda usar productos en tu rutina que contengan ácido salicílico, ya que reduce el tamaño y el enrojecimiento de las imperfecciones y ayuda a prevenir los brotes de acné.
Hay que tener mucho cuidado cuando cubrimos estas zonas del rostro, porque tendemos hacerlo con maquillaje, agravar el acné y hacer que las espinillas tarden más en desaparecer, por eso es importante que si hay espinillas activas es importante dejar que la piel respire y evitar aplicar cualquier producto comedogénico (que obstruyen los poros) que pueda atrapar suciedad, grasas y bacterias.